DECLARACIÓN DEL MUNICIPIO AUTÓNOMO DE SAN JUAN COPALA

Considerando

1. Que el pueblo triqui ha sido sometido históricamente: primero por los conquistadores europeos y después por la clase política que asumió el poder cuando México se convirtió en un país independiente.

2. Que este sometimiento en la actualidad continúa y se manifiesta de muchas maneras, entre ellas:

a. En el despojo de más de la mitad de nuestro territorio, que hoy se encuentra como propiedad privada en manos de mestizos adinerados, muchos de ellos descendientes de los conquistadores españoles.

b. La destrucción del gobierno triqui, consumado por la desaparición del municipio constitucional de San Juan Copala, por decreto de la Cuarenta Legislatura del Estado en diciembre de 1948, con lo cual se arrebató a nuestro pueblo su propio gobierno, que se había ganado desde el año de 1826, con su activa participa en las guerras de independencia, bajo las órdenes de José María Morelos y Pavón.

c. La división del pueblo triqui y el reparto de sus comunidades entre los municipios mestizos de Santiago Juxtlahuaca, Putla de Guerrero y Constancia del Rosario, en donde sus habitantes hemos sido discriminados, excluidos y explotados.

3. Que en la actualidad la subordinación del pueblo triqui se ha acentuado, impulsada desde el gobierno o por organizaciones afines a él, lo cual ha dado como resultado que el la región predomine:

a. La violencia, generada por la impunidad con que actúan las bandas delictivas y la falta de justicia porque entre los Ministerios Públicos y Jueces predomina la corrupción 2

b. El hambre, por la ausencia de un programa alimentario que asegure la alimentación de los habitantes de las comunidades

c. Proliferación de enfermedades, por carecer de programas que prevengan la proliferación de enfermedades o atiendan las existentes.

d. Analfabetismo, por carecer de un sistema de educación que responda a las necesidades del pueblo y valorice la cultura triqui.

4. Que para superar el sometimiento político, económico, cultural y social al que han condenado al pueblo triqui el estado y sus políticos, es necesario que este se constituya como sujeto político, con personalidad y capacidad para auto representarse y tomar libremente las decisiones sobre su futuro.

5. Que el derecho internacional reconoce el derecho de los pueblos indígenas a la libre determinación en un régimen de autonomía, mismo que les da derecho a:

• establecer libremente su condición política y proveer a su desarrollo económico, social y cultural;

• gozar plenamente de los derechos humanos y libertades fundamentales, sin obstáculos ni discriminación;

• salvaguardar las personas, las instituciones, los bienes, el trabajo, las culturas y el medio ambiente;

• proteger sus valores y prácticas sociales, culturales, religiosas y espirituales;

• deberá respetarse la integridad de los valores, prácticas e instituciones;

• decidir sus prioridades para su desarrollo;

6. Que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia para:

• Decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.

• Aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos;

• Elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales, a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, garantizando la participación de las mujeres en condiciones de equidad frente a los varones;

• Preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyan su cultura e identidad.

• Conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras;

• Acceder al uso y disfrute preferente de los recursos naturales de los lugares que habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que corresponden a las áreas estratégicas, en términos de esta Constitución.

7. Que la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca establece

• El derecho a la libre determinación de los pueblos y comunidades indígenas se expresa como autonomía, en tanto partes integrantes del Estado de Oaxaca, en el marco jurídico vigente; por tanto dichos pueblos y comunidades tienen personalidad jurídica de derecho público y gozan de derechos sociales.

Por todo lo anterior, las comunidades y barrios de la región triqui baja dan a conocer a la sociedad mexicana e internacional, la siguiente

DECLARACIÓN:

PRIMERO. A partir del día primero de enero del año 2007 ha quedado constituido en municipio autónomo de San Juan Copala, integrado por todas las comunidades y barrios que han roto o en el futuro rompan la subordinación a las organizaciones del gobierno o ligadas a él. 4

SEGUNDO. Las autoridades del municipio autónomo de San Juan Copala son aquellas que las comunidades y barrios que integran el municipio autónomo han elegido libremente, a las cuales ha dado posesión el Consejo de Ancianos. Estas autoridades podrán ser destituidas en cualquier momento si atentan contra la voluntad del pueblo o se subordinan a las políticas del gobierno.

TERCERO. Como consecuencia de lo anterior, se desconoce el Consejo Municipal electo por el gobierno del Estado desde el año de 1993, así como cualquier otra autoridad que no sea electa de manera legítima por las comunidades y barrios.

CUARTO. Las autoridades del municipio autónomo de San Juan Copala sujetarán sus actos a los usos y costumbres del pueblo triqui, y en lo que estos no prevean forma de conducirse a las leyes del estado mexicano.

QUINTO. Las autoridades del municipio autónomo de San Juan Copala representarán a las comunidades y barrios hacia el exterior del municipio, respetando siempre la voluntad de sus ciudadanos y el respeto de la cultura triqui.

Dado en San Juan Copala, el día 20 de enero del 2007

El municipio autónomo de San Juan Copala

La Jornada, miércoles 10 de enero de 2007 → Política → El municipio autónomo de San Juan Copala

Francisco López Bárcenas

El municipio autónomo de San Juan Copala

El día primero de enero del presente año Oaxaca amaneció con un municipio más, el de San Juan Copala, creado por comunidades del pueblo triqui que formalmente son parte de los municipios mixtecos de Juxtlahuaca, Putla y Constancia del Rosario, en el occidente del estado, cuyas cabeceras son controladas por mestizos. No es un municipio más entre los 570 en que se organiza esta entidad federativa, sino uno autónomo, de esos que los pueblos indígenas andan construyendo por varias partes del país, como una forma de defender sus derechos y construir su futuro.

Frente a este hecho el gobierno estatal, del cual la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y una parte importante de los oaxaqueños exigen su salida, ha respondido afirmando que la creación del municipio carece de sustento legal y no es viable porque no cuenta con recursos económicos para funcionar. En la misma línea, el dirigente del Partido Revolucionario Institucional afirma que es una fanfarronería que no contribuye al fortalecimiento de las instituciones estatales. Pero el panorama es más complejo que la visión estatal. En él confluyen el agotamiento de las instituciones locales, que se han vuelto incapaces de atender los reclamos sociales, la situación concreta en que viven los triquis de San Juan Copala, los procesos políticos, históricos y recientes de la región, y las políticas antidemocráticas, corruptas, de discriminación y exclusión que se practican desde el gobierno.

Como en otras partes de la República, la creación del municipio autónomo de San Juan Copala representa una respuesta pacífica de los pueblos indígenas por encontrar espacios de participación y representación política, atendiendo a sus condiciones económicas, políticas y culturales concretas. Para lograrlo crean o recrean viejas instituciones, adaptándolas a sus propias necesidades. Por eso cada que lo hacen apelan a su derecho a la libre determinación en su versión de autonomía y la encajonan en la figura del municipio, que es la base de la organización política del país y no se levantan en armas para destruir el Estado, como sucede en algunos países de Europa.

Para nadie que conozca la región es una novedad que San Juan Copala y las comunidades que se aglutinan en torno a ella han permanecido aisladas por siglos, abandonadas a su suerte por los municipios a los que formalmente pertenecen desde 1948, cuando la 60 Legislatura del estado le arrebató la categoría de municipio libre que tenía desde 1826. Junto con ello persiste una brutal explotación de la mano de obra triqui y un irracional saqueo de sus recursos naturales. Por esa razón, el ejercicio de su derecho a la autonomía representa la posibilidad de superar el sometimiento político y económico en que se encuentran, de tal manera que puedan participar de la vida política, económica y social del estado y la nación, en igualdad con otros municipios y sin perder su especificidad sociocultural.

Desde otra óptica, la creación del municipio autónomo constituye un avance sustancial en la histórica lucha de los triquis por sus derechos. Poco se sabe, pero los triquis de Copala fueron de los primeros pueblos indígenas que se rebelaron contra el gobierno del México independiente, porque los criollos, que ellos contribuyeron a que asumieran el poder, los despojaron de sus territorios y sus gobiernos. La primera rebelión fue en el año de 1832, misma que aminoró cuando sus líderes fueron apresados y pasados por las armas. Once años después volvieron a levantarse en armas con más éxito que en la ocasión anterior, al grado que la rebelión se extendió a otros pueblos de Oaxaca y Guerrero, hasta que fueron sometidos militarmente.

Más recientemente su lucha tiene raíces en la década de los setenta, cuando las comunidades crearon una organización que denominaron El Club, mismo que años después dio origen al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, que luchó por democratizar el ejercicio del poder en la región, las libertades políticas, la defensa de la tierra y los recursos naturales. Al paso de los años esta organización cambió sus objetivos y puso énfasis en los proyectos productivos, hecho que la acercó más a las instituciones y los políticos estatales hasta que en el año 2003 se convirtió en partido político.

Muchos de sus integrantes no estuvieron de acuerdo con el nuevo rumbo de la organización y rompieron con ella, creando el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente, la cual tiene participación importante dentro de la APPO. Al parecer fue en ese espacio donde surgió y maduró la idea de crear del municipio autónomo de San Juan Copala.

Entender estos procesos es necesario para no caer en explicaciones simplistas que no ayudan a entender la situación y menos a encontrarle verdaderas soluciones políticas. El gobierno tiene ante sí un caso donde puede medir la magnitud de la reforma que el Estado necesita. Los triquis por su parte tienen la oportunidad y el reto de encontrar el mejor camino para conducir su proceso, superando sus errores del pasado y dando muestras de habilidad política para construir un nuevo tipo de relaciones entre ellos y con los demás.

Deja un comentario